Movimientos sociales
3 de enero de 2008
FALTAN FOTOS 4_lugo-250-10aca Y 4_Fernando_Lugo-d921cElecciones generales en Paraguay
“A pesar de seguir alto en las encuestas, nos preocupa la dispersión de las fuerzas que apoyan a Fernando Lugo”
Por Gustavo Torres, especial para Causa Popular.-
Por otro lado, la Asociación Nacional Republicana (ANR), con más de 60 años de hegemonía, enfrenta uno de los momentos más cruciales de su estancia en el poder. Con una leve ventaja de la oficialista Blanca Ovelar, la ANR aún no la proclamó como su candidata y se recrudece la pugna entre el hasta hace poco vicepresidente de la república Luis Castiglioni y el presidente Nicanor Duarte Frutos.
Castiglioni también se proclama ganador en la interna de ANR del día 16 de diciembre pasado. La aparición en la escena política del ex monseñor Fernando Lugo está haciendo tambalear el tablero político que, en democracia y dictadura, hasta ahora había sido sólido para los colorados.
En entrevista exclusiva con Causa Popular, el periodista y activista del partido Convergencia Popular Socialista(CPS), Adolfo Giménez, analiza el panorama político después de estas feroces internas partidarias de las tradicionales agrupaciones políticas.
El CPS es uno de los tantos movimientos de izquierda que apoyan la candidatura de Fernando Lugo.
Causa Popular: -¿En qué altera las chances de la oposición la victoria del oficialismo en las internas coloradas?
Adolfo Giménez: -La chance de Lugo, que es el principal referente de la oposición, está intacta. Sigue alto en las encuestas y se está llegando al tramo final de la campaña, que es el decisivo. Lo que preocupa en Lugo es la dispersión de las fuerzas que lo apoyan, la falta de un mayor perfil de líder y la alianza con algunos sectores ultraconservadores no muy confiables. Uno de ellos es el PLRA, que además atraviesa por una interna virulenta de “pronóstico reservado”, como se dice, que podría afectar la candidatura
CP: -¿En qué sentido podría afectarla?
AG: -Me queda la duda si todo el partido apoyará la campaña de Lugo una vez terminada la interna para elegir candidato a vicepresidente entre Federico Franco y Carlos Mateo Balmelli.
CP: ¿Por qué ganó la candidata elegida por el presidente Nicanor Duarte Frutos?
AG: -Todavía no ganó, pero creo que va a ganar por un estrecho margen. El conteo rápido le da una ventaja de 4 mil votos a Blanca Ovelar. La clave está en que el movimiento nicanorista utiliza muy bien el aparato del Estado para sus objetivos, presiona a los empleados públicos y en el día de las votaciones acarrea gente. La campaña electoral de la Ovelar fue un despliegue gigantesco de recursos. No hay secreto en esto, siempre se ganó así las elecciones.
CP: - ¿Qué representaba cada uno de los candidatos colorados para el futuro político del país?.
AG: Castiglioni representa a la antigua oligarquía, con un discurso neoliberal y cuenta con el apoyo de la embajada norteamericana. Blanca Ovelar tiene el mismo discurso populista que Nicanor, adecuado a las circunstancias. En un momento puede atacar al MERCOSUR y en otro al imperialismo. Pero lo concreto es que en los últimos cinco años se consolidó una estructura agroexportadora, latifundista, un capitalismo atrasado con tráfico de todo tipo, que favorece a un pequeño sector y empobrece al resto. Tampoco estuvo ausente la represión sistemática a los reclamos populares en todos los niveles. Pero en los últimos dos años hubo un aumento importante de las exportaciones y de las remesas del exterior y eso se lo quiere poner como un gran avance. No es así, estos recursos no llegan a nivel del pueblo, no hay inversión y los índices sociales siguen deteriorándose como el desempleo, la migración, la mendicidad callejera.
CP: ¿A qué obedece la poca participación de los afiliados en las internas de los partidos y la poca diferencia de votos entre los candidatos, tanto liberales y colorados?
AG: En el caso del PLRA es preocupante. No se puede pretender llegar al gobierno y movilizar solo al 30 por ciento del electorado. Es probable que el hecho de disputar sólo la vicepresidencia no sea muy estimulante, pero esto no explica todo. Los resultados de las últimas internas todavía no se han dado, pero llamativamente las disputas son cada vez más fuertes y hay acusaciones de todos lados, una de ellas dice que hay una intervención de sectores colorados para favorecer a un candidato.
CP: ¿Cómo queda parado a partir de ahora Fernando Lugo como candidato de un sector de la oposición?
AG: Para ganar los comicios de abril de 2008, Lugo tiene que arrastrar a una gran masa. Debe canalizar todo el descontento de miles de personas hacia el gobierno de 60 años del Partido Colorado que incluye a la sangrienta dictadura de Strossner. Pero hay un hecho peligroso: mucha gente está tan hastiada, tan cansada de la politiquería local que -contradictoriamente- el día de las elecciones no va a votar. Este es el primer escollo que debe vencer Lugo y en segundo lugar, organizar y movilizar para que abril de 2008 no sea un simple acto eleccionario, sino un acto de movilización, de organización, de cuestionamiento a un modelo obsoleto. Si va a esperar que la gente vaya a votar por él, está perdido, más aun conociendo la poderosa maquinaria que tiene el Partido Colorado.
CP: ¿Cómo jugará Lino Oviedo en la contienda electoral? ¿Cuál será su estrategia? ¿Qué intereses representa el ex general?
AG: Oviedo hoy está en un segundo plano, pero mantiene también un nivel alto en las encuestas. A partir del acuerdo que llegó con el nicanorismo para salir de prisión con una alevosa manipulación del poder judicial, tiene poco espacio para moverse. Ya no tiene el peso que tenía antes dentro de las fuerzas armadas, perdió muchos dirigentes, su partido es pequeño y está dividido de nuevo y tampoco cuenta con el amplio respaldo de sectores empresariales como lo tenía antes. Este respaldo se lo llevo en parte Castiglioni. Pero sigue siendo una carta de negociación para los sectores políticos de la derecha y una probable alternativa en resguardo para otro tiempo, no ahora. Pero lo más importante en Oviedo es que debe dar una respuesta por los crímenes del Marzo Paraguayo y el asesinado del vicepresidente Luis María Argaña. Su pasado es muy turbio.
CP: ¿Cómo quedó colocada la izquierda para las próximas elecciones?
AG: La izquierda en Paraguay ha crecido bastante, con nuevas organizaciones, ganó cuadros de la dirigencia popular, pero aún no se lo puede medir por resultados electorales, pese a que en los últimos comicios municipales ganó varias bancas como nunca antes. El problema que tiene la izquierda revolucionaria es que su proceso de reorganización luego de la dictadura que la destrozo, es muy lento y falta unidad. Todavía no pudo construir un frente con cierta solidez y por un plazo largo de tiempo en que realice debates de cara a la sociedad, elabore teoría, forme sus cuadros, ocupe su escenario como le corresponde. En este tiempo electoral se ha caído mucho en el facilismo, los acuerdos intrascendentes y hay cierto apuro por ocupar cargos y listas dejando de lado todo el bagaje y toda la trayectoria que debe llevar siempre consigo la izquierda revolucionaria, con su larga historia de luchas heroicas y mártires.
CP: ¿Existen las condiciones necesarias para que finalmente sea destronado el partido Colorado después de 60 años en el poder?
AG: Existen las condiciones objetivas, pero faltan ajustar las subjetivas. Es evidente el rechazo a este gobierno y a este sistema político corrupto de parte de amplios sectores de la población. Hace falta un trabajo largo y sistemático, de organizar a toda la oposición, de movilizarla, porque el descontento solo no sirve. Hay que hacer mucho más que un simple trabajo electoral y ya hay poco tiempo.
CP: ¿Apostará Fernando Lugo a los votos colorados de la disidencia en esta instancia, atacará a Oviedo, a Fadul?
AG: No creo que Lugo vaya a atacar a nadie y tratará de ganar el voto de todos.
CP: Teniendo en cuenta la numerosa población juvenil del país. ¿Qué candidato puede capitalizar ese enorme caudal?
AG: Las últimas encuestas y estudios sobre jóvenes muestran que hay indiferencia hacia todo lo que sea política, por el desprestigio al que ha llegado por los politiqueros y operadores. La educación es cara, es mala y es excluyente. Los jóvenes no tienen trabajo y la migración cada vez más afecta a las familias. Todo esto se nota en la poca participación, el bajo nivel de organización estudiantil en relación a años anteriores. Los mayores avances en este campo se dieron en los últimos tiempos en la juventud campesina de los sectores organizados. También hay cierto avance en los indígenas. Los jóvenes siguen siendo la gran esperanza, pero la responsabilidad de que así sea es nuestra, de todos nosotros, y de las organizaciones políticas revolucionarias que buscan la transformación política y social del país.
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