31 ene 2011

PARAGUAY
Ímpetu del gobierno de Lugo cojea a mitad de mandato

Por Gustavo Torres

30/01/2011

A poco de cumplirse la mitad del mandato de cinco años, la gestión del presidente Fernando Lugo Méndez —de enorme expectativa al asumir el mando en agosto del 2008 tras romper 61 años de hegemonía del Partido Colorado— empieza a tener fuertes críticas por parte de los sectores que siempre le han brindado apoyo: los grupos de organizaciones sociales y de izquierda.

El incumplimiento de las principales promesas electorales y el desplazamiento de su gobierno hacia una política más conservadora son los puntos más cuestionados, principalmente los relacionados con la no implementación de la prometida reforma agraria y la seguridad interna, considerado esto último como un retroceso ante el recrudecimiento de la represión al movimiento popular y la criminalización de las protestas sociales.

La elección de Lugo como presidente de la República representó una enorme significación política, económica, de gestión pública y cultural, considerando que el país es el que más tarde se sumó al proceso democrático en la región después del derrocamiento en 1989 del ex dictador Alfredo Stroessner (1954-89). Es en ese aspecto que los sectores populares señalan sus críticas y piden al gobierno que reoriente su gestión hacia la profundización del proceso de cambio, empezando por defender y recuperar ciertos elementos de autoridad estatal, necesarios para la profundización de la democracia y los derechos humanos, amenazados por un sistema mercantilista corporativo, donde el poder privado impone límites estrechos a las acciones gubernamentales y ejerce un gran control sobre la economía, los sistemas políticos y la vida social y cultural.

El cierre del año 2010 fue menos tenso para el presidente Lugo en términos personales al lograr la recuperación de su salud tras someterse a un tratamiento de cáncer linfático, y en algunos puntos de la gestión gubernamental tras lograr algunos acuerdos con la oposición y alejar el debate sobre un potencial juicio político hacia su persona impulsado a mediados del año pasado, teniendo en cuenta la bonanza del crecimiento macroeconómico —según el Banco Central del Paraguay, la economía paraguaya creció 14.5% en el 2010— y de haber llegado a un acuerdo parlamentario para cubrir cargos vacantes en la Contraloría General de la República, la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Superior de Justicia Electoral y algunas embajadas consideradas claves para el gobierno como Argentina y Uruguay.

Pasos en falso

Sin embargo, Lugo va perdiendo el apoyo de organizaciones y movimientos de izquierda como el Frente Amplio Paraguayo y el Partido Comunista Paraguayo. Este último, en un reciente comunicado, señaló que “defender el proceso de cambio es denunciar el incumplimiento del programa de cambio”.

Las críticas se centran, entre otras, en los pasos que Lugo ha dado hacia una política de privatizaciones relacionadas con las concesiones de carreteras y dragados de ríos solicitados por empresarios fluviales, sojeros e importadores, cuya ejecución destruirá gran parte de la biodiversidad de los dos ríos más importantes, el Paraguay y el Paraná, según pronósticos de grupos ambientalistas, perjudicando el sistema de humedales ubicado en la planicie central de la Cuenca del Plata, región que constituye el corredor de humedales de agua dulce más extenso del planeta.

La Ley de Concesión de Terminales Aéreas, que el Poder Ejecutivo envió al Congreso para su estudio y que fue aprobada el 16 de diciembre pasado en primera instancia en la Cámara de Senadores, también ha sido rechazada por el llamado Frente Guasu, que agrupa a las organizaciones izquierdistas que acompañan a Lugo: Tekojoja, Movimiento al Socialismo, Movimiento Patriótico Popular, Convergencia Popular Socialista, entre otras.

La norma entregaría en concesión de 30 a 50 años al capital privado los aeropuertos Silvio Pettirossi de Asunción, Guaraní de Ciudad del Este y el de Mariscal Estigarribia, Chaco Paraguayo. Según el Ejecutivo, con el proyecto se busca poner en manos del sector privado la construcción, remodelación y mantenimiento de las terminales aéreas mencionadas, argumentando que implicaría el ingreso al país de una inversión de US$100 millones y la creación de unos 15,000 puestos de trabajo. Los partidos de izquierda consideran que esta suma es ínfima teniendo en cuenta que dos de los aeropuertos son muy rentables.

El Frente Guasu considera esta legislación como una “entrega del patrimonio estatal a los capitales extranjeros” y sostiene a su vez que en la actualidad es rentable en manos del Estado, por lo que no amerita ninguna concesión.

Asimismo, el descuido en el que se encuentran los pueblos originarios al carecer el gobierno de un plan de mayor inclusión —habiendo sido este uno de los ejes de la campaña electoral de Lugo—, así como la no recuperación de las tierras y los bienes mal habidos durante la larga dictadura de Stroessner son puntos de reclamos hacia el Ejecutivo para que rectifique el rumbo en los años que le restan de mandato.

Más allá de esta crítica de un sector de sus aliados, alegan los referentes del espacio socialista que la defensa del proceso de cambio que se inició con la elección de Lugo “se llevará adelante con Lugo, sin Lugo y aun contra Lugo”.

La opción progresista

Tras las elecciones municipales realizadas el 7 de noviembre, los partidos Colorado y Liberal Radical Auténtico continuaron copando prácticamente el 98% de las administraciones municipales, como antes de los comicios.

Con estos resultados el presidente Lugo seguirá siendo rehén de estos partidos tradicionales, aunque la sociedad paraguaya va dando un gradual giro del conservadurismo de años hacia la búsqueda de nuevos actores políticos más comprometidos con la solución de los graves problemas nacionales y locales que no encuentran respuestas en la derecha. Así, el Frente Guasu se constituyó en un tercer sector como alternativa electoral para los comicios generales del 2013.

“Somos una de las organizaciones de izquierda junto al Partido Comunista Paraguayo y Convergencia Popular Socialista, así como varias organizaciones sociales, quizás las más críticas con la falta de profundidad y la escasa vocación de cambio del gobierno de Lugo, que está quedando prisionero de los sectores tradicionales conservadores. Tekojoja apuesta al proceso de cambio y no a la persona; pasado el tiempo, los cambios no llegan, y hay un desencanto generalizado que se está viviendo en el campo y en la ciudad. Hoy como partido estamos asumiendo una postura de hacer avanzar el proceso cueste lo que cueste, acompañamos las esperanzas de cambio pero no el status quo”, afirmó a Noticias Aliadas Marcos Ibáñez, secretario de Comunicación del Partido Tekojoja.

“Formamos parte de la lucha del movimiento popular paraguayo, del Paraguay profundo, con reforma agraria, cambios estructurales en materia de distribución de la riqueza, el combate a la pobreza, puntos que hoy están quedando en los papeles, en los discursos. La realidad es que hay un proceso de derechización en todos los órdenes”, refiere Ibáñez. —Noticias Aliadas.

Publicado en Noticias Aliadas-

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